La Nebulosa del Cangrejo siempre me ha fascinado, ¡aunque me fascina porque no parece un cangrejo en absoluto! Son el resultado de una estrella que explotó al final de su vida en el año 1054 d.C., dejando tras de sí lo que se conoce como remanente de supernova. En ese momento, la explosión era visible a simple vista, incluso durante el día. Se pensaba que la supernova que dio origen a la nube provenía de una estrella menos evolucionada con un núcleo compuesto de oxígeno, neón y magnesio. Estudios recientes realizados por el Telescopio Espacial James Webb revelan que en realidad puede ser el colapso del núcleo de una estrella rica en hierro.
La Nebulosa del Cangrejo se encuentra en la constelación de Tauro y tiene un diámetro de 11 años luz. En lo profundo de la nube, que se expande a una velocidad de 1.500 kilómetros por segundo, se encuentra una estrella de neutrones que gira rápidamente y se conoce como púlsar. Emite un rayo de radiación electromagnética que recorre el espacio como un faro atravesando el océano. Ha sido objeto de numerosos estudios para conocer la dinámica de la evolución estelar.
Estudios anteriores han intentado comprender la energía cinética total de la explosión original basándose en la velocidad de la nube en expansión. Los datos sugieren que la supernova tenía una energía relativamente baja, por lo que la estrella progenitora probablemente tenía entre 8 y 10 veces la masa del Sol. Si hubiera sido más masivo, habría experimentado una supernova más violenta que habría sido detectada por la mayor velocidad de la nube de gas en expansión. Pero había un problema.
Las observaciones de la Nebulosa del Cangrejo, especialmente la alta velocidad de rotación del púlsar, parecen contradecir la teoría actual de las supernovas. En un modelo de estrellas de baja masa como la estrella progenitora de la Nebulosa del Cangrejo, el oxígeno del núcleo se enciende cuando éste colapsa. Este proceso no tiene suficiente energía para generar un púlsar que gira tan rápidamente.
Un equipo de astrónomos abordó esta curiosidad utilizando MIRI (Instrumento de infrarrojo medio) y NIRCam (Cámara de infrarrojo cercano) a bordo del Telescopio espacial James Webb para recopilar datos de la Nebulosa del Cangrejo. El equipo estuvo dirigido por Tai Tamim de la Universidad de Princeton en Nueva Jersey. Afirmaron que la composición gaseosa de la nube indica que la estrella puede estar más evolucionada con algo de hierro en el núcleo, lo que podría conducir a una supernova de mayor energía de lo que se pensaba anteriormente.
Utilizando los instrumentos sensibles al infrarrojo de Webb, las líneas de emisión de hierro y níquel se pueden ver más claramente que nunca. El estudio de las líneas brillantes en el espectro de la nebulosa permitió obtener una estimación más confiable de la proporción de hierro y níquel. Descubrieron que era un porcentaje mayor en comparación con el Sol, lo que se esperaba para una supernova más activa.
Los resultados son prometedores, pero las lecturas provienen de dos pequeñas regiones de la nebulosa, por lo que para descartar variaciones a lo largo de los 11 años luz, se necesitan más lecturas. Si los datos de Webb representan toda la nebulosa, uno de los misterios de la nebulosa finalmente podría resolverse.
fuente : Investigando los orígenes de la Nebulosa del Cangrejo con el Webb de la NASA
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