España ha implementado importantes medidas para amortiguar el impacto de la pandemia y el shock inflacionario tras la agresiva guerra de Rusia contra Ucrania. La economía se ha mantenido bien, pero la deuda pública, que ya era elevada, ha aumentado debido a la pandemia, lo que hace necesario acelerar el ritmo de consolidación fiscal. Las políticas públicas deben seguir abordando las debilidades estructurales de España. El potencial de crecimiento es bajo y seguirá siéndolo con el rápido envejecimiento de la población. Lograr los objetivos del país para combatir el cambio climático requerirá un compromiso fuerte y amplio a favor de una combinación energética más limpia y un sistema fiscal más respetuoso con el medio ambiente. El desempleo sigue siendo el más alto de la OCDE y la integración de los jóvenes al mercado laboral sigue siendo difícil, aunque las reformas recientes han reducido la alta proporción de contratos temporales. Mejorar los resultados educativos y del mercado laboral entre los jóvenes debe implicar fortalecer el vínculo entre el sistema educativo y el mercado laboral, apoyar a los estudiantes en riesgo de quedarse atrás, mejorar la orientación profesional y proporcionar un servicio público de empleo más eficiente. Promover el bajo nivel de emprendimiento entre los jóvenes requiere apoyo financiero y educativo adicional. Proporcionar más viviendas de alquiler social en zonas conflictivas facilitaría el acceso de los jóvenes a la vivienda.
Reportaje especial: Mayores oportunidades para los jóvenes en España
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