La crisis económica y de salud de España se destacó de manera destacada en un debate televisado el miércoles cuando los seis candidatos para liderar la poderosa región de Madrid se enfrentaron antes de las elecciones anticipadas programadas para el 4 de mayo.
En un inusual despliegue de unidad, los candidatos de izquierda buscaron presentar un frente común contra la titular Isabel Díaz Ayuso del conservador Partido Popular, que lideraba las encuestas que ingresaron al debate. Su competidor más famoso es Pablo Iglesias, líder del partido Unidas Podemos y viceprimer ministro de España hasta que dimitió para disputar Ayusu.
El ataque de la izquierda común se centró en la gestión de Ayusu de la epidemia de coronavirus y sus políticas sociales, mientras que el primer ministro regional respondió con acusaciones contra el presidente español Pedro Sánchez del Partido Socialista (PSOE), en un esfuerzo por darle una dimensión nacional al Madrid. elecciones. «Están destruyendo España y ahora quieren destruir Madrid», dijo, en referencia al gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos, finalizando el debate de dos horas con sus conocidas frases sobre tener que elegir entre «comunismo o libertad».
Momentos antes, el candidato del Partido Socialista de los Trabajadores, el veterano político Ángel Gabelondo, se dirigió a Iglesias y le dijo: «Pablo, tenemos 12 días para ganar estas elecciones». El asentimiento del candidato que previamente había descartado al candidato de Podemos como «Este hombre de Iglesias» ilustra cómo la carrera se ve como una batalla entre izquierda y derecha, con muy poco espacio para las propuestas de centro.
Este fue el principal problema para el candidato de Ciudadanos Edmundo Bal, quien en última instancia fue poco convincente según los analistas que lo vieron en el escenario. Ciudadanos, que ha estado en rotación con PSOE y PP en varias ocasiones desde que saltó a la política nacional en 2015, era socio del PP en el gobierno de coalición en Madrid, pero ambos partidos han tenido una ruptura recientemente debido a la falta de confianza en el voto Región sureste de Murcia.
La política Mariam Martínez Pasconan dijo: «El candidato de Ciudadanos fue excluido del juego porque trató de cuadrar el círculo: la afirmación de que el centro político es una tarea imposible cuando se tiene una política de facciones y se busca la moderación bajo el paraguas de Ayuso».
En el otro extremo del espectro, el candidato del partido de extrema derecha Vox, Rossio Monasterio, evitó criticar al primer ministro conservador y en su lugar buscó la confrontación con Iglesias. La tensión alcanzó su punto máximo cuando Monastero sacó uno de los carteles de una polémica campaña que distribuía su partido sobre el costo del caso de menores inmigrantes no acompañados, que está siendo investigado por la fiscalía por delitos de odio. Todos, excepto Ayusu, criticaron de inmediato al rival de Vox, cuyo partido había hecho de la inmigración un mensaje central en su campaña electoral.
La mayoría de los analistas consultados por este diario coinciden en que Iglesias ha demostrado su vasta experiencia en debates televisados. La historiadora Pilar Mira dijo: «Puedes darte cuenta de que se siente muy cómodo con este medio, y esto le permite actuar con facilidad y mantener un tono equilibrado». «Logró transmitir su mensaje de manera tranquila, con personajes y argumentos contundentes, pero sobre todo logró poner nerviosa a Isabel Díaz Ayuso».
Mira aludía al momento en que Iglesias Díaz Ayuso preguntó cuántos madrileños han muerto en la pandemia y agregó, rápidamente: «Deja de sonreír». Las expresiones de la líder regional cambiaron, a lo que ella respondió: «20 mil … ¿Cuántos hay en el gobierno de España? Estoy sonriendo porque le da vergüenza».
La sexta candidata en el debate, la única que se celebró antes de las elecciones, fue Mónica García de Mas Madrid, un pequeño partido de izquierda fundado en 2019 con vínculos con el fundador Podemos Inigo Iregon, que ahora dirige Mas País. Como médico de profesión, los analistas elogiaron el desempeño de García a pesar de sus bajas posibilidades de elección. Fue García quien proporcionó el número oficial exacto de muertes epidemiológicas en Madrid: 23.623.
Versión inglesa por Susanna Ora.
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