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Después de superar la depresión y los problemas financieros, el guitarrista Oscar López, radicado en Calgary, ha regresado a los escenarios.
López, que acaba de cumplir 70 años, vivió en su automóvil y en un hotel por un tiempo antes de poder encontrar un lugar al que llamar hogar en febrero.
Pidió ayuda a través de GoFundMe a principios de este año y dijo que estaba muy agradecido por el apoyo que recibió.
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«Todos estos años lo di por sentado; no sabía que había tanta gente detrás de mí, protegiéndome», dijo López el sábado. «Todos los que vinieron a rescatarme merecen elogios, de eso no hay duda, y les agradezco desde el fondo de mi corazón».
Su distinguida carrera musical incluye diez álbumes y dos premios Juno. Y este fin de semana se presentó en el Fiestaval Latino en la Plaza Olímpica.
Ha tocado en algunos shows más y tiene algunos más en el calendario, pero principalmente está tomando las cosas día a día.
«La música siempre estuvo ahí conmigo», dijo López. «Sabía que había un obstáculo en el camino… sabía que era temporal, ¿verdad?
“Todos los días me levanto, me levanto feliz y me levanto con buena actitud”.
Volver a colocar esas uñas en sus dedos para mover las cuerdas es parte del proceso, pero la guitarra siempre ha sido una “extensión” de su alma.
«Simplemente salgo; soy un tipo que (siempre) toma riesgos, y continuaré haciéndolo porque esa es mi naturaleza», dijo.
«Mi corazón es fuerte y mi espíritu es fuerte, porque no se trata sólo de tocar la guitarra. Soy un artista folklórico».
López todavía planea dar lecciones de música él mismo, pero no está seguro de cuándo empezar.
«Ya he vuelto y nadie puede detener este tren, mi amor… Nadie puede detener este tren excepto Dios».
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